Lo que importa es lo que haces

O lo que dejas de hacer…

He sido psicoterapeuta, profesora y oradora pública durante más de veinte años. Además, he pasado por dos duras rupturas amorosas, he dejado un trabajo fijo y aburrido, me he mudado a otra ciudad y me he convertido en madre criando sola a mi hijo.

Esto es suficiente para saber hasta la médula que HACER importa. Lo que haces y lo que no haces constituye tu vida real. Si sueñas despierto todo el tiempo, tu vida se limita a soñar despierto. Si te levantas y realizas una secuencia de acciones, de forma rutinaria o aleatoria, esa es tu vida, esa secuencia de acciones y sus consecuencias. Si llamas «estúpido» a tu cónyuge o a tus hijos, tu vida incluye esa interacción.

Como psicoterapeuta estratégico, sé que un pequeño cambio en un determinado conjunto de acciones puede cambiar toda la secuencia. Así que, si te sientes abrumado porque quieres o necesitas cambiar «toda tu vida», piénsalo de esta manera: Haz un pequeño cambio sólo hoy o esta semana. En lugar de despertarte con el móvil, levántate para ver la luz del sol o una maceta con flores, reza una breve oración o haz tres asanas de yoga. Puedes participar en retos en los que la gente añade un nuevo cambio cada semana a su rutina matutina hasta hacer diez cosas productivas antes de abrir el móvil, por ejemplo.

También puedes cambiar tus relaciones acción a acción. En lugar de recibir a tu cónyuge con el ceño fruncido, puedes sonreír y decir: «¡Bienvenido, cariño!».

Puedes decidir escuchar de verdad a alguien a quien quieres durante veinte minutos o no hacerlo. En cualquier caso, esto afectará a tu vida y la orientará hacia un vínculo más profundo o hacia el distanciamiento.

Hacer y decidir no hacer algo, incluso no decidirlo, es una decisión; es una acción. Ser negligente es una acción: Me quedé en el sofá en vez de fregar los platos. Todo tiene un efecto, te acerca a tus objetivos o te arrastra con la corriente descendente.

¿Qué ocurre si reservas tiempo para hacer algo agradable con tu hija? ¿Qué pasa si nunca lo haces? ¿Qué pasa si te tomas tiempo para jugar con tu hijo, y qué pasa si decides sólo ver deportes?

El amor es un verbo, y tú haces tu vida con tus acciones. Un beso hoy, construir un negocio mañana, un paseo de 10 minutos hoy, construir músculos que te sostengan mientras envejeces mañana. Un viaje de mil millas comienza con un solo paso, como enseña el proverbio chino.

¡Hagámoslo!